Durante la época de vacaciones, la mayoría de personas suelen comer un poco más de lo normal: la natilla, los buñuelos, los postres de las novenas, las cenas en familia, etc. Pero, ¿qué tanto puede afectar unos kilos de más si sufro de apnea del sueño? ¿Puede empeorar mi situación? ¿Cómo reacciona el organismo ante esta súbdita subida?
Hoy queremos contarte porqué debes evitar el sobrepeso para que la apnea del sueño no empeore y no aumentes el riesgo de desarrollar otras enfermedades.
La apnea del sueño es una enfermedad caracterizada por interrupciones y reducciones en la respiración durante las horas de sueño. Estas se pueden asociar a episodios de desaturación de oxígeno y fragmentación de los ciclos del sueño.
¿A qué nos referimos con fragmentación? Las personas diagnosticadas con apnea tienen al menos cinco pausas respiratorias por hora y pueden tener muchas más. Durante estas pausas respiratorias, el cerebro, el corazón, los riñones y otros órganos esenciales no reciben suficiente oxígeno y el dióxido de carbono puede acumularse en su cuerpo. Cuando esto sucede, el cerebro se percata de la falta de oxígeno y demasiado dióxido de carbono en el cuerpo, entonces envía una señal para respirar.
Esta señal basta para despertarte y regular la respiración, pero no para que lo puedas recordar al día siguiente, por tanto, habrás reaccionado muchas veces en la noche de la misma forma y por ello te sientes tan cansado o agotado por la mañana. Con la falta de sueño en general estamos más cansados, nos concentramos menos, tenemos menos memoria, reaccionamos de forma más lenta, nos sentimos más deprimidos e irritables, etc. En definitiva, casi nada es positivo.
La obesidad es el principal factor de riesgo de apnea del sueño. El dato es claro: el 70 por ciento de los pacientes con apnea del sueño sufren de obesidad. ¿Por qué? El aumento de grasa en el abdomen desplaza el diafragma (principal músculo de la respiración que se localiza debajo de los pulmones) hacia la cabeza por lo que disminuye la capacidad del pulmón para “inflarse”, en particular cuando la persona está acostada, por lo que se genera un mayor trabajo para vencer la resistencia al movimiento.
¿Ahora entiendes por qué es importante tener un peso adecuado si tienes apnea del sueño?
No sólo las personas con obesidad o sobrepeso pueden padecer apnea del sueño. Existen factores como la edad, el sexo o el consumo de ciertas substancias (como el tabaco o el alcohol) que pueden contribuir a su aparición. De todos modos, los datos muestran que la posibilidad de desarrollar este trastorno es superior si no controlamos nuestro peso. Por este motivo, parte del tratamiento de la apnea del sueño consiste en mantener un peso ideal.
Sin embargo, la dificultad para respirar puede suponer un problema adicional a la hora de perder peso, debido a que las personas con trastornos del sueño como la apnea obstructiva pueden tener problemas en su sistema metabólico que dificulten la pérdida de peso. Para despejar este círculo vicioso es preciso recurrir al doctor y a tratamientos que permitan regular el metabolismo y llegar a tu peso ideal.
Sin duda, perder peso es la principal recomendación para aquellas personas que tienen apnea del sueño. Una buena alimentación, perder el exceso de peso, no sobrepasarse con la comida en esta época de vacaciones e incorporar ejercicio físico en la rutina diaria, es la mejor manera de tratar la enfermedad.
Según diferentes investigaciones médicas, perdiendo una cantidad de exceso de peso significativa, puede llegar incluso a reducir en un 85% los síntomas. Como lo mencionamos antes, también es importante un buen acompañamiento médico y ayuda de equipos que te permitan respirar mejor.
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