Lo más común es utilizar una mascarilla que cubra la nariz. Sin embargo, si al dormir respira a través de la boca, la mejor opción consiste en utilizar una mascarilla facial completa que cubra tanto la nariz como la boca.
Debe usar la mascarilla de la talla más pequeña que le cubra, pero que no pellizque los orificios nasales.
La mascarilla debe probarse mientras se encuentra en la posición de dormir y haciendo pasar aire a la presión prescrita a través del tubo y la mascarilla.
El arnés debe estar asegurado, pero no debe quedar demasiado apretado. Si la mascarilla tiene un soporte de la frente ajustable u otra pieza para ajustar, primero debe asegurar esta pieza. Ajuste las correas para disminuir al mínimo las fugas de aire, especialmente las que van hacia los ojos.
El cojín no debe quedar aplastado contra la cara.
Para una terapia efectiva, no es necesario un ajuste apretado. Al apretar se forman pliegues en el material, los cuales pueden crear fugas. En caso de que se presenten fugas, intente aflojar la mascarilla.
Haga unas marcas en las correas del arnés con un marcador de tinta permanente para recordar donde deben sujetarse.
Retire la mascarilla pasándola sobre su cabeza o utilice el clip de retiro rápido.
No bloquee el conector espiratorio entre la mascarilla y el tubo conector del dispositivo. Dirija el conector lejos de la persona que duerme con usted.
Puede que quiera pasar el tubo (manguera) sobre la cabecera de la cama para disminuir la tensión en la mascarilla.
Si utiliza una mascarilla facial completa, pero también una dentaduras postizas, debe recordar que si la mascarilla fue ajustada mientras tenía puestas las dentaduras postizas, la mascarilla podría no ajustar apropiadamente si no usa sus dentaduras.